Cementerio Viejo

GUADALAJARA

MÁRMOLES Y CANTERAS

Historia Breve

Cementerio Municipal Ntr. Sra. De la Antigua

Desde 1833 Guadalajara se convirtió en una de las plazas militares más destacadas del Reino de España, pues los antiguos locales de la Real Fábrica, incluida la de sargueta de San Carlos del histórico Alcázar fueron cedidos al ejército para alojamiento de la Academia de Ingenieros y de otras unidades militares así como el antiguo monasterio de San Francisco que será parque y Maestranza.

La implantación de ese centro docente supuso además de un revulsivo económico, un enorme impacto en el nivel cultural de esta capital que muy pronto se multiplicaría con la apertura del Instituto General y Técnico y de la Escuela Normal de Maestros en el desamortizado hospital de San Juan de Dios.

Durante esa centuria la Administración del Estado también desplegaría distintas delegaciones ministeriales y oficinas que permitieron la creación de puestos de trabajo cualificados y en paralelo la proliferación de despachos de profesiones liberales.

El resultado fue la configuración de una sociedad de clase media con un buen nivel de formación académica.

No cabe duda que estos dos factores, crecimiento demográfico y estructura social renovada van a incidir en el nuevo cementerio municipal, que en pocos años verá multiplicada su superficie y las sepulturas de carácter artístico.

Tal es así que desde 1860 los arquitectos municipales se verán obligados a elaborar proyectos de mejora y de ampliación, por ejemplo en ese año Cayetano Hermógenes Palacios presentará nuevas galerías de nichos prolongando los existentes sobre las tapias de los flancos laterales. En 1867 Tomás Sánchez Gómez propondrá sin éxito inmediato doblar su superficie con la incorporación de un terreno de igual tamaño que el existente a espaldas de la capilla. No obstante, en la sección plenaria del 29 de octubre de 1870 se aprobará el expediente de expropiación para conseguir los terrenos, sobre los que ampliará el camposanto, y en la del 16 de noviembre de 1877, la memoria elaborada para construir una sala de autopsias y depósito de cadáveres.

Surgía entonces el segundo patio con una disposición similar al primero, es decir, con su superficie dividida por dos calles perpendiculares, para generar así cuatro parcelas iguales para panteones, y en los flancos, dos hileras en paralelo para sepulturas.

Aunque el arquitecto Mariano Medarde de la Fuente, había diseñado una cruz de piedra para emplazarla en su centro, al final, se optó por elevar una procedente del Calvario, que existió hasta entonces delante de la ermita de la Soledad. Uno de los elementos que daban nombre popular al Paseo de Las Cruces de Santo Domingo.

Comenzada la década de los ochenta la corporación afronta un plan general de infraestructuras, que caerá bajo la responsabilidad de Medarde, qué redactará los proyectos para la construcción del mercado de abastos, entre el Ayuntamiento, y la iglesia de Santo Tomé, de un amplio matadero a sus espaldas, pero con acceso desde el barranco de San Antonio, de un lavadero público en la vertiente opuesta a lo alto de la loma y la remodelación del cementerio.

Para todo ello se contaría con una financiación extraordinaria gracias a la publicación de la Real Orden del 21 de junio de 1884, por la que se autorizaba al Ayuntamiento la aplicación del: “producto de la concesión de inscripciones intransferibles del 80% de propios”, para como acometer la contratación de obras “….de necesidad y utilidades públicas”.

En consecuencia, en la sesión del Pleno del 30 de julio de ese mismo año, se acordó la apertura de los expedientes para la construcción y adjudicación de esas obras.

Como colofón a estas mejoras que se ejecutaron a lo largo de 1885 y 1886 y en el transcurso de las obras, Medarde diseñó este gran vano monumental para comunicar convenientemente los dos patios, siguiendo para ello el estilo románico lombardo, empleado en la fachada principal, después de muchas demoras y contratiempos se pudo bendecir la capilla,

el 27 de octubre de 1886 en un solemne acto que ponía el sello final a la primera ampliación y reforma del camposanto municipal.

Sólo tres años después en agosto de 1890 y ante la falta de Sepultura disponibles, la Corporación tuvo que afrontar otro proyecto de ensanche y ordenar la apertura de los expedientes para la adquisición de los terrenos necesarios.

En esta ocasión Antonio Adeva proyecto doblar la superficie de los dos patios, a lo largo de todo el frente con vistas al río Henares.

Entretanto y para solventar las necesidades se construyen nichos sobre algunas tapias del cerramiento. Sera en 1896 cuando el arquitecto Baldomero Botella Coloma, firme el proyecto para elegir el muro perimetral, que debería acotar ese nuevo patio con fábrica de mampostería careada en amplias cajas longitudinales, entre machones y verdugadas de ladrillo. Sin embargo, el alzado de la fachada principal con su cancela de hierro de doble hoja sería elaborado ese mismo año por Benito Ramón Cura, también arquitecto municipal.

Concluidas en las obras el 7 de enero de 1898, la Corporación acordada bautizar cada uno de los patios con los nombres de las adoraciones Marianas más arraigadas en la población: Nuestra Señora de la Antigua, en el primero patio, Nuestra Señora de la Soledad en el segundo, y, el tercero y mayor, con el de Santa Ana, en homenaje a doña Ana de Torres y Romo. En 1900, el arquitecto Luis Vaquero Blanco, firmaba el plano de parcelación de este patio que tenía por eje vertebral, el fastuoso panteón de la Marquesa de Villamejor.

En diciembre de 1924, el arquitecto municipal Eugenio Sánchez presentaba el plano con los terrenos que se debían adquirir para lograr un tercer ensanche, que abarcaría la superficie existente entre las tapias traseras del segundo y tercer patio y el camino de las Ánimas. allí donde dispondría una puerta monumental.

En noviembre de 1927 se adjudicó la obra de cerramiento Crispín Raposo, maestro de albañilería de Guadalajara. En este recinto nombrado de Santa Isabel, se reservó una pequeña superficie para cementerio civil, al que se accedía desde el exterior por una pequeña entrada independiente.

Aqui solo publicamos un resumen de lo que esta grabado en placas históricas en el interior del cementerio de este cementerio.

Para ver estas placas; abajo del todo, en la sección de galería, cliquea y podrás ver las placas fotografiadas, leerlas y conocer toda la historia de este Campo Santo.

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Información del cemententerio

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Horario de visitas: De 08:00 h. a 18:00 h.

Teléfonos:

949 211 402

Dirección:

C. Dos de Mayo, 3

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Recordar a las personas queridas llevándoles flores a su lugar de descanso final es una tradición casi universal y propia de nuestra más íntima naturaleza.

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